2022
We are in the middle of a process that has no turning back. The past two years have given us the opportunity to accelerate change, both personally and collectively, but there is still a long way to go, and this is a decisive moment of transition, which asks us for strength and surrender.
While we have already had a chance to go within and undergo a realignment with our inner vision, it is time to release old stories and patterns; let go of what we are still cling to and cut cords, before laying down new foundations.
Today it is not only about dreaming a new reality, but about being able to consciously manifest it; drop the veils that are still in front of us and go deeper, access the divinity in us and activate our ability to alchemize.
Understanding that transformation comes from a deep connection with the truth that dwells within us, and our ability to not only raise our consciousness but allow it to inhabit our physical body. Root ourselves to the Earth and expand the heart in Unity.
This year invites us to find strength and guidance within ourselves to be able to exercise our divine sovereignty.
Estamos en medio de un proceso que ya no tiene vuelta atrás. Los últimos dos años nos han dado la oportunidad de acelerar los cambios tanto a nivel personal como colectivo, pero queda aún mucho camino por delante, y este es un momento de transición decisivo, que nos pide fortaleza y rendición.
Si bien ya hemos tenido ocasión de ir hacia adentro y comenzar una realineación con nuestra visión interna, es momento de liberar viejas historias y patrones; dejar caer aquello a lo que aún nos aferramos y cortar cuerdas energéticas, para dar paso a la construcción de nuevos cimientos.
Hoy se trata no sólo de soñar una nueva realidad, sino de ser capaces de manifestar conscientemente; dejar caer los velos que aún quedan al frente nuestro e ir más profundo, accesar la divinidad en nosotras y activar nuestra capacidad de alquimizar.
Entender que la transformación viene de una conexión profunda con la verdad que habita en nosotras, y nuestra capacidad para no solo elevar nuestra consciencia sino permitirle habitar nuestro cuerpo físico. Enraizarnos a la Tierra y expandir el corazón en Unidad.
Este año nos invita a encontrar fortaleza y guía en nuestro interior para ser capaces de ejercer nuestra soberanía divina.